No entiendo
Ni quiero
Ni sé por qué –de repente
¡ah! El ser humano.
Tras el fuego siempre aparece,
siempre está. No entiendo.
Combustión espontánea
de las malas compañías.
Ahora no hay vasos, no hay humo.
Queda un alma, desnuda y fría.
Yo –manos de lana-
No entiendo
Ni quiero
Y por eso me voy.
1 comentario:
Manos de lana.
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