-El humanismo, el progreso -dicen.
Y se miran dentro, a las entrañas, torciendo el cuello
hasta que, ¡clac!, mueren de sobredosis de sí mismos.
Todo era más divertido cuando había que esconderse.
Después llegó la guerra. Después nos separamos.
Creo que esta noche me voy a emborrachar.
1 comentario:
Este es bueno.
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