20111219

Lo irremplazable

Qué cuestiones de pérdida o melancolía
Qué elevados conceptos de nuestra persona

Idiotas, eso somos. Idiotas.

Dime, ¿recuerdas a quién vendimos
aquel salvoconducto que nos iba a mantener con vida?

Yo sí, ¡oh, claro que lo recuerdo! A cambio,
veinte pavos de alguna buena mierda, y un paquete de tabaco,
y unas botellas, y arena en los bolsillos.
Arena en los bolsillos, sí.

Resulta que ahora cargo con relojes desangrados
dentro de los bolsillos.

Te pediría unas palabras, y te pediría silencio.
Silencio. Qué palabra tan grande, que
lo llena todo.
Que todo lo abarca, lo traga, lo mata.

Silencio, victoria pírrica.
Palabras -valor de nada.
Silencio a cambio de lo irremplazable.

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