¿Cómo explico que he entendido la belleza? ¿Cómo me lo puedo explicar a mí misma?
La belleza que está ahí para ser objeto de disfrute.
Por supuesto, no es una explicación causal, no echa raíces en ningún pensamiento lógico.
Abrí los ojos y la vi. La comprendí. Eso es todo. No quiero achacarlo al estado de mi cuerpo producto de algunas sustancias, porque no sería cierto.
Estaba tumbada boca arriba, fumando, mirando cómo las nubes se movían sobre las copas de los pinos. Y por primera vez en mucho tiempo, sentí una paz que me transportó directamente a la infancia. Una tranquilidad que no puedo explicar sin recurrir directamente a la pureza de la niñez.
Y en la playa al atardecer, con el sol desplomándose en medio de la bruma costera, la belleza me perforó hasta dejarme medio muerta en la arena. Me alimenté de cada color y cada sonido, y me recogí en un trance de sensaciones durante cinco días.
Ahora, mientras el pelo todavía me huele a lavanda y a la frescura de la última de mis mañanas, me recreo en la belleza. Me siento parte de ella.
No es como uno de esos días en los que te levantas y te ves guapa en el espejo. A mí eso no me pasa.
En cambio, hay días como hoy en los que siento que llevo el pecho abierto de par en par, y voy por ahí perdiendo música y agua y pájaros que me salen volando de las entrañas. Voy por ahí soltando rayos de sol al amanecer, y playas de interminable agua fría y costas verdes. Llevo un cristal que refleja todos los colores, incluso los que no percibo a simple vista. Pero noto el calor y el peso en mi interior, y me reconforta.
Me siento un poco ignorante por no haber sabido entender todo lo que no descansa sobre el intelecto hasta ahora. Por haber recurrido siempre a la razón para tranquilizarme y darme fuerzas.
Finalmente, he conseguido cerrar las puertas de la percepción y abrir las del corazón. Estas palabras son solo los restos que han quedado atrás, mientras el aire nuevo del verano barría las telarañas.
2 comentarios:
Y con lágrimas de emoción aplauso esta entrada :)
Cuanto hemos aprendido en nuestro retiro, cuanto.
Realmente has captado la esencia de lo que fueron estos dias para ti. Todas las palabras se quedan pequeñas con lo que vivimos.
Me alegro de haber crecido contigo estos dias.
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