20110717

Sin apenas haberme dado cuenta
he llevado a cabo una sublimación de la tristeza,
de la nostalgia y de la ausencia.

Como siempre, las reconozco por su olor; y cada una
posee su propia imagen, su tacto áspero y desesperado
-su sonido desmayado y dócil, de mirada perdida-.

(La lavanda, por ejemplo, significa un poco más
de pena; significa lengua de barro,
despertar sin nociones de espacio o tiempo)

Significa una derrota, y que la música pueda atravesar libremente mi cuerpo
con su belleza fría, helada
-muerta-

Esperé sin saber por qué,
o a quién. Al final, vino a mi lado
sin mirarme. Me atravesó.

Se desplomó el año, se rasgó el cielo; pasó apenas un segundo. Parecía hermosa,
conmigo, la mirada pálida, lánguida. No sonríe.
Yo tampoco.

La Tristeza sublimada y yo, ausentes, esperando;
mitad sin valor y mitad sombras de agua en el suelo.
Y la puerta cerrada.


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