20111009

Duermevelas

Cuando abrí los ojos
la casa estaba en
silencio.
Era esa hora imprecisa
en la que el cielo se ha partido
en dos, y caen
las luces al suelo.

Abrí los ojos porque
te sentía cerca, como si te oyera
respirar a mi lado,
dormido ya.

Abrí los ojos porque llevabas pegado a mí
toda la noche
y sentía tu aliento cálido
sobre mi hombro.

Abrí los ojos y desperté con el sol en las pestañas,
la manta enredada, la ropa
arrugada.
Yo sola.



PD: siempre que voy a Santiago saco algo en claro de algo. Es una ciudad con la que me casaría.

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