20110820

Dice: Me pregunto si alguna vez te arrepientes de algo. Si es que ese sentimiento vale algo hoy en día. No mucho, me temo. Aunque tú deberías ser ya un especialista en el tema.
Arrepentimiento, digo. No me interesa gran cosa, la verdad. No es un vocablo que utilice muy a menudo. Arrepentimiento. No, supongo que en general no siento nada parecido. Admito que tengo tendencia a recrearme en el lado oscuro de las cosas. Bueno, a veces. Pero ¿arrepentimiento? No, creo que no.
Dice: Eres un grandísimo hijo de perra, ¿lo sabías? Un despiadado e insensible hijo de perra. ¿Te lo han dicho alguna vez?
Sí, tú, digo. Miles de veces.
(...)
Y entonces hago algo. Alargo la mano y le cojo la manga de la blusa entre el pulgar y el índice. Y eso es todo. No hago más que tocarla así, y después retiro la mano. Ella no se aparta. No se mueve.
Y he aquí lo que hago luego: me pongo de rodillas, un tipo grande como yo, y cojo el dobladillo de su vestido. ¿Qué estoy haciendo en el suelo? Me gustaría saberlo. Pero sé que estoy donde debo estar, y sigo de rodillas aferrado al bajo de su vestido.


"Intimidad", Raymond Carver.

No hay comentarios: