Raymond Carver
pusilánime
ruido de asco
-Jägermeister-
una reja
alguien da fuego.
Me estoy yendo, ssh
El humo que es viento y
luego plomo. Me lo trago. Es
mío. Es cálido. Me hace reír.
La lana, dentro, arde.
Ojos muy abiertos, ciegos de niebla
de nostalgia por los muertos
y entonces
el ruido se dispara, me arrastra
veo el mosaico, delante
de repente
los colores
estallan, me atraviesan
mi cabeza sangra
pero estoy viva. Soy un
cadáver, un
remiendo cosido al ojo
de un gigante
de plata y barro.
Mi cabeza sangra
pero estoy viva. Soy la
sombra entre el bien y
el mal
-es decir, nada-
Una insignificancia -viva.
Y tú no.
La sangre enmudece.
Basta. Ya no hay más.
La última puerta de la
percepción está ahí –respirando
con fuerza contra mi piel
en llamas-
y
se cierra
se está cerrando
se ha cerrado del todo.
1 comentario:
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